Si creo que los hombres me van abandonar, me abandonarán o abandono yo primero.
Si creo que los grupos son malos y la gente me traiciona, es posible que prefiera el aislamiento o evitar mostrarme como soy.
Si creo que los padres son crueles, es posible que sufra depresión o limitación.
Si creo que ser espiritual es renunciar, es posible que el dinero nunca toque mis manos.
Los arquetipos son silentes obreros de realidades y anidan como fotografías, com recordatorios que nos indican cómo actuar.
Es conocido el interés con el que los primeros psicoanalistas intentaron retratar los mecanismos por los que el inconsciente afecta en nuestra manera de pensar y actuar. Estas explicaciones suelen centrarse en los individuos y, en el caso de la teoría de Sigmund Freud, servían para explicar la naturaleza de ciertas patologías mentales.
Sin embargo, hubo un investigador que se esforzó por ir mucho más allá de las funciones fisiológicas que explican el comportamiento del individuo. Carl Gustav Jung transportó el psicoanálisis a un plano en el que los fenómenos ancestrales que se producen a nivel colectivo en las diferentes culturas y sociedades dan forma a nuestra manera de ser. Y lo hizo a través de un concepto llamado «arquetipo«.
Robetr Deztler, el maestro creador de la T.R.E incluye un gráfico en su método, para investigar sucesos de vidas pasadas en los cuales pueden haberse creado los programas que intenta «limpiar», identificando diversas figuras o roles arquetípicos, como «la madre», el padre, los hermanos, con la finalidad de catalogar a las personas involucradas en dichos sucesos clave, que según su estudio, representan un ciclo interminable de intentos para resolver o repetir los programas vida tras vida, ya que para él, como para otras corrientes, cada encarnación es casi idéntica a la anterior y a medida que nos esforzamos por comprender logramos como dicen nuestros abuelos nativos «cortar la enfermedad».
Para Deztler, los arquetipos son esos participantes de las escenas en las cuales permanecemos atrapados repitiendo vida tras vida, una vez identificado el suceso se «limpia» del subconsciente aplicando el protocolo de limpieza.
Para mi en la REPROGRAMACIÓN, los Arquetipos, son esos participantes de sucesos claves que podemos no investigar, pero si podemos identificar a detalle como estos arquetipos están configurados en nuestro subconsciente y como los trasladamos a los participantes de nuestra vida actual reproduciendo o potenciando energías, incluso proyectándolas sobre las personas aunque no sepamos que esto está sucediendo, por eso pueden afectar nuestras relaciones familiares, relaciones de pareja, la manera en que nos identificamos con la prosperidad, la salud, la realización y con múltiples aspectos que estudiamos a fondo mediante 13 aquetipos que aprendemos a REPROGRAMAR DE ACUERDO A LA ENERGIA ORIGINAL DEL ALMA.
¿Te gustaría participar en esta sesión y recibir la Reprogramación de Arquetipos?